Es jodido, tirando a puta mierda,
apartar los problemas personales de todo lo demás creyendo que eso inmuniza tus
sentimientos y disminuye las hostias que te pegan dichos problemas.
Es jodido, sobre todo, cuando te das
cuenta que esos problemas, tarde o temprano, van a arrollarte como si fueran
LeBron James contra un equipo de bajitos. Te encuentras en uno de los momentos
más determinantes del año y no puedes más que pensar en lo que quieres, sin
tener ni puta idea de dónde ir ni qué hacer. Pero sin parar de pensar en que
todo lo que viene a partir de ahora, viene de la mano del vacío más grande que
podías si quiera imaginar cuando todo pasó.
Trabajo, honestidad... Si falto a los
valores que me has enseñado, será como olvidarte. Como dejarte partir en ese
barco sin interesarme siquiera por si te has ido o no. No valen sentimientos
aparentes, no vale la comodidad de lo fácil, llorar cuando te dicen o sentir
cuando se supone que debes hacerlo. Tú me has enseñado el valor de levantarme
cuando debo, y poner el cien por cien de mí mismo en regar esa planta, en
escribir esa fórmula, en limpiar esa mesa. Tú me has enseñado que el trabajo y
la sinceridad te llevan a vivir la vida como quieres, y no voy a faltar a esos
valores, no voy a volver a faltarte al respeto.
Va a ser difícil levantarse de la mesa,
encender la televisión, y que no me pidas ponerte el Tour de Francia.
Extrañamente extrañaré que me eches la bronca por hacer ruido mientras la
abuela duerme. Mirar ese sofá como si siguieras ahí, ardua tarea. Como si
tuviera que parar la caída de mil estrellas a la tierra y pensar en qué tendré
mañana de comer. Cómo hacer que lo que siempre ha sido mi vida perfecta, no se
sumerja en la miseria de la melancolía y el dolor más insoportable al mirar a
cualquier punto que tendré ante mí.
Si siguieras aquí te pediría el consejo
que siempre acepté y que nunca te pedí, cada segundo que te miraba veía el
espejo de como se debía vivir. Veía que tus acciones me indicaban el camino que
quería seguir a cada paso que daba...
Por favor, dime qué hacer... desde
donde estés, como sea...
Te necesito abuelo, déjame ser un
egoísta y pedirte que vuelvas disfrazado de pesadilla sin tenerte, y seas en
realidad el sueño que necesito tener.
Mi cabeza me dice mil cosas, quiero
hacer mil cosas, y mi corazón sólo te extraña ti. No tengo valor ni fuerzas
para tomar decisiones, no puedo dejar de pensar que no voy a volverte a ver
nadar en esa piscina ni meterte en tu taller.
Si existe ese sitio donde ojalá estés.
Espérame allí, y volveremos a ver juntos al Atleti. Te quiero, abuelo.