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New Ham Times

"A falta de una imagen, buenas son las mil palabras."

Más amargo se torna el suelo



Sobre el reflejo del charco de orines, se difuminó el paso de aquellos tacones, perturbado por sus botas acartonadas. Lleva tanto tiempo esperando, tanta vuelta de reloj paseando. El horizonte huele y su perfume se nubla.

Y apretó los dientes.

Relajado, comprando una cerveza a aquel hindú. Esta vez se la bebería. Como ya se la bebieron a ella.

Cambio de planes. Más amargo se torna el suelo.

Apestaba a su vómito. Apestaba a sus lágrimas. “¿Cual es cual?“ “Dejadme en paz malditas niñatas.” “¿Viene o no viene?”  Estaba divagando.

Siempre la misma ciudad. Siempre el mismo pelo. Siempre el mismo rímel.

Nunca se había drogado. Se mordisqueaba el brazo. Se dejaba hipnotizar por las farolas para que la luz no le dejase verla.

Esos niños no crecerán sanos. No si crecen dependiendo de alguien como ella.

- Me duelen los huevos
- ¿Quiere comer algo?
- ¿No ves qué me estoy meando encima?


¿Cuántos navajazos caben en sus brazos? Tantas como entradas en su diario.

No sé escribir, cierro los ojos y dejo que la mugre de mis dedos surque líneas en paredes blancas.

Intentó un alunizaje craneal contra el tan visitado portal. El magenta en su rostro le afeaba.  De una patada se tumbó a sí mismo. Crujió la articulación de su codo y con sus amorcillados dedos dejó aquel papel.

Soy el vagabundo ebrio de tu avenida, que cada vez que pasas por delante, coge y se suicida.

Y se fue.  Cruzándose en el camino de los gatos negros.

Con el caminar del que golpea el asfalto cada amanecer. Con las ganas de morir que dejó ese escote lleno de manos. 

Relamerse el bigote y recordar que habrá mañana para desayunar.
Publicado por Alack el sábado, julio 14, 2012
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Etiquetas: alack, Relato 2 comentarios
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