skip to main | skip to sidebar

Generación del 93

  • Alack
  • Cabeza de Turco
  • Dakozu
  • Fab

Etiquetas

  • alack (25)
  • Alex#11 (15)
  • Cabeza de Turco (28)
  • Crónica diaria (1)
  • Dakozu (4)
  • FranZeta (4)
  • Inspiración hecha pedazos (7)
  • Las cuatro sombras de una llama (2)
  • Las nanas de la patata (2)
  • Legado (2)
  • pasado (1)
  • Pensamiento (27)
  • Poesía (3)
  • Regreso (2)
  • Relato (25)
  • Retrato (2)
  • Tu (2)
  • Visión en sepia (2)

Archivo del blog

  • ►  2010 (7)
    • ►  agosto (3)
    • ►  noviembre (2)
    • ►  diciembre (2)
  • ►  2011 (30)
    • ►  enero (1)
    • ►  febrero (1)
    • ►  marzo (4)
    • ►  abril (5)
    • ►  mayo (3)
    • ►  junio (4)
    • ►  julio (2)
    • ►  agosto (1)
    • ►  septiembre (1)
    • ►  octubre (2)
    • ►  noviembre (5)
    • ►  diciembre (1)
  • ▼  2012 (13)
    • ►  enero (1)
    • ►  abril (2)
    • ▼  mayo (1)
      • Inspiración hecha pedazos (II)
    • ►  junio (1)
    • ►  julio (1)
    • ►  agosto (4)
    • ►  octubre (1)
    • ►  noviembre (1)
    • ►  diciembre (1)
  • ►  2013 (13)
    • ►  febrero (3)
    • ►  marzo (2)
    • ►  abril (1)
    • ►  junio (2)
    • ►  julio (1)
    • ►  octubre (2)
    • ►  diciembre (2)
  • ►  2014 (9)
    • ►  febrero (6)
    • ►  mayo (1)
    • ►  junio (1)
    • ►  octubre (1)
  • ►  2015 (2)
    • ►  abril (1)
    • ►  octubre (1)
  • ►  2016 (3)
    • ►  marzo (1)
    • ►  abril (2)
  • ►  2017 (2)
    • ►  marzo (1)
    • ►  agosto (1)

Seguidores

New Ham Times

"A falta de una imagen, buenas son las mil palabras."

Inspiración hecha pedazos (II)


A veces desearía, que de hielo fuera mi cuerpo, y que un cristal impenetrable fuera mi corazón.

Me da igual todo lo demás. Que le den al tiempo, que le den al viento, no necesito ni respirar.


Necesito el aroma de tu pelo, el calor de tu voz en mis huesos, tus caricias en mi piel, tus besos.

A veces me arrepiento. Entonces me desvanezco. No es que me desmaye, simplemente, desaparezco.


Te odio.


Prefiero, ante miles de años de amistad, miles de noches de intimidad. Húmedos y desnudos, juntos, unidos, enredados entre las sábanas, gemidos que arañan, mientras atrapo tus cabellos con mis dedos.

Soledad.


Perdido en las profundidades de tu belleza. 
Cautivo de tus ojos, girasoles marrones quemados por los bordes, con los colores del Sol más resplandeciente. 
Prisionero de tus labios de fuego, tan ardientes que abrasan hasta el frío miedo que domina este agarrotado y feo corazón.

Hecho de piedra, tan pesado cada latido que prefiero no sentirlos. 
Intentaría quemar cada día de mi vida, contigo. 
Y nunca volver a dormir. Nunca volver a soñar. Nunca volver a amar. Te. Negar la realidad.

Jamás lo hice, pero sonaba tan bien.


Sé que mentir no es mi fuerte.

La cama no está hecha para mi desvelo por tu anhelo.

Deseo encontrarte en mis sueños pero, cuando quiero, no puedo. Siempre corres más deprisa que yo.


Desconocidos.

Tal vez, quizás, nunca fuéramos hechos para estar juntos.
Publicado por Cabeza de Turco el domingo, mayo 27, 2012
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas: Cabeza de Turco, Inspiración hecha pedazos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)

Derechos reservados por NHT

Con la colaboración de tu puta madre