Mutilando las extremidades de mis pensamientos, derramo savia putrefacta sobre vuestros rasgados ideales. El sol que os guia, compuesto de átomos de hipocresía, ilumina vuestros "yo" transparentes.
Como células incubadas en un organismo mayor, contempláis vuestra existencia desde una vista en tercera persona. No sois vosotros quienes dirigís vuestros dislocados cuerpos hacia el acantilado de lo humano.
Huesos astillados de entes superiores ejercen rugosas fuerzas contra vuestras automatizadas conexiones neuronales. El sonido de las cenizas en suspensión, infectando el aire que os obligaron a necesitar. Son vuestros propios tejidos los que arden, arden desde el interior, enterrándoos en el cielo que reclamáis.
Tronos de calcinada certeza aguardan vuestro futuro incierto. Aguardan vuestro máximo, ansiado e inconsciente destino.
Evitáis "la nada" para no encontraros frente a vuestro perpetuo miedo, pero es "el todo" lo que deberíais temer. Confundiendo realidad con abstracción, invocando a la inmortalidad, tranquilizando vuestro tormento con sufrimiento tenue, pasivo, puro.
Encendisteis la hoguera antes incluso de pisar vuestro reino, propagando las llamas sobre el mismo. Estas llamas de la indiferencia os consumen; dejando paso a las ascuas rojizas de vuestro oscuro creacionismo en plena evolución; produciendo la evaporación de los sentimientos, fusionándolos con escoria, con deshechos de la ignorancia de vuestros antecesores, formando una masa de la cual os nutrís, para expulsarla en forma de sinceridad.
Os observo desde una posición, no superior, ni distanciada de vuestra mayoría; sino arrastrándome entre vuestras deposiciones en forma de verdades absolutas, asfixiándome con las impurezas de vuestra compasión.
Suicidándome, estrangulando mi arcillosa alma para nacer, para "vivir". Ausente en una locura transitoria que degenera en serenidad. Sumergido en la elección entre unirme a vuestra inorgánica marcha, alimentándome con vuestra cicuta y extrapolando vuestras conclusiones a lo largo del ascenso; o decantarme por un decrépito hundimiento en mi ausente libertad...
Este escritor me excita, cada vez que leo algo suyo(pues soy su fan nº1) se me erizan los pelos y me entran unas ganas de hacerme un dedo. Un beso y sigue escribiendo cosas así.
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