Ojalá tuviese la oportunidad de que alguien se prestase a explicarme qué es el hombre, por qué hace lo que hace...
Supongo que eso es una de las cosas que más me sorprende de la vida, y es que cada día que pasa logro entender menos al propio ser humano: sus gestos, su forma de ser, su forma de pensar, de ver la vida...
Está claro que por gustos se venden las telas... o no. Yo creo que precisamente por la variedad de telas aparecen los gustos, y que el hombre en sí es conformista, pues si sólo hay un color, ese será tu color. ¿Lo demás? ¡Paparruchas! Inventos de un trozo de carne aburrido y que no sabe qué hacer.
Luego aparece una serie de individuos creyendo ser unos rebeldes en contra de la sociedad, revolviéndose entre roña y demás desperdicios que rechazan por ir al día. No nos engañemos, nuestro disgusto proviene de tiempos más lejanos, de la propia variedad. Y es que es un riesgo que debemos estar dispuestos a correr y del que nunca podremos escapar.
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