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New Ham Times

"A falta de una imagen, buenas son las mil palabras."

Demente y Pedante

Sus poligonales ladrillos azules me gritaban como las algas bajo el mar del puré de verduras. Su mirada de pierna quebrada lanzaba cangrejos circulares como peines cuadrados en triángulos romboides. Un terremoto estremeció su prado de oro sucio y quedé pelucheado. En mi codo los pensamientos follaban los unos con los otros en una bacanal de bits y soles en la galaxia de Andrómeda. No me quedó otro remedio que retroceder en el tiempo con la máquina que el profesor Carapene había inventado en el futuro lejano. El siguió con su acoso zombificado mientras yo evolucionaba en algo que quizás se parecía a una polilla nuclear...


Mirando sexualmente a aquella puta, noté levitar suavemente mi pie. Podía notar como mis dedos, obviando la existencia del calcetín, notaban más endeble que nunca la superficie de caucho que siempre los había sujetado con firmeza y que ahora bailaba con la leve brisa del viendo que entraba por una ventana cercana. Debían de sentir algo parecido a montar en una montaña rusa: intenso pero corto, pues, en un instante, la firme cerámica de los baldosines del suelo devolvían la firmeza a la suela de mi bota. Sí, es cierto, había dado un paso. Y detrás de ese paso di otro, pero eso es otra historia que no tengo tiempo para contarles.

Publicado por frrodrig el jueves, junio 16, 2011
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Etiquetas: FranZeta, Relato 4 comentarios

Un poquito de "Remember"

Jóvenes desfogaban su estrés mientras movían sus melenas al son de aquella música. Era una época en la que este arte despresurizaba las mentes y unificaba sensaciones; era un arte. Aquellos sonidos no entendían de clases, era música; música bailada por nuestros padres de una forma ahora ridícula. Jóvenes alocados con peinados dispersos y ropas diferentes vibrando ya sea en un pub, la calle o el garaje.

Los brazos contoneaban en el aire desafiando el sentido del ritmo. Acompañados por unas piernas inquietas y nerviosas. El movimiento ondulaba por todo su cuerpo como una especie de ritual en busca del disfrute de aquella música.


Todos lo añoran. Añoran aquellas guitarras melódicas, aquellas letras desafiantes y aquellos ritmos celestiales. Lo añoran en esta época de bazofia musical, en la que solo aquellos grupos que no han sido violados por las compañías hacen música. En un periodo comercial y desprestigiante en el que los éxitos constan de la palabra “feat” en sus títulos.


Donde la música electrónica ha sido asesinada por rubios que colaboran con grandes estrellas del pop, por energúmenos que crean su nombre artístico añadiendo “Dj” delante.


En una etapa en la que la música de la calle es cantada por ricachones de color en sus ferraris y blancos con nombre de perro. En la que la música negra ha sido eclipsada por las estrellas de MTV. Donde el soul ha sido enterrado por grandes gafas de sol y cuerpos plastificados.


Pocos saben el significado de la denominación “indie”. En estos días el rock ha sido suplantado por “hijos de” con peinados innovadores capaces de provocar el suicidio de miles de fans. Días donde el heavy es música de “guarros” y el “punk” de delincuentes. Una era donde las canciones de amor son poco más que videoclips.


Es normal que ese pasado en el que existía un arte llamado música sea recordado por esos jóvenes, ahora viejos, mientras miran sus colecciones de vinilos; colocándolos cuidadosamente en el tocadiscos, intentando recordar aquellos días en que sus brazos se tambaleaban en el aire, en el que disfrutaban sin necesidad de fármacos. Pero esto dura poco tiempo, pues nada más escuchar este sonido, sus hijos aparecen mostrando la ropa interior, portando grandes gorras y diciendo:


-¿Y esa música, viejo? ¿Un poquito de remember?


Dedicado a Rubén Martínez, por compartir conmigo música de verdad, desafiando el panorama musical repulsivo actual; y a mi madre, por no reprimirse y hacer girar sus discos a todo volumen sabiendo que pocos los valorarían.

Publicado por Alack el sábado, junio 11, 2011
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Etiquetas: alack, Pensamiento 5 comentarios

Visión en sepia

Vaciad la mirada para poder ver lo que sois, lo que somos. La turba indomable que paró aquella ruleta ósea tras mancillarla innumerables veces. Atravesamos aquella barrera, desgarrándose nuestra humanidad por el alambre de espino, en un oloroso proceso de contraevolución.


Ahora el 70% de nuestro cuerpo está constituido por gasóleo. Apestamos a una obesidad no producida por el tejido adiposo, es una obesidad mental, hedionda y calcinada. Cruzamos este profundo cenagal mientras nuestros iluminados úteros brillan en la oscuridad, mostrando al mundo las siluetas de los radiactivos fetos de su interior.


No seguimos ningún orden establecido, el devenir es nuestra consigna. Alteramos el orden espacial del infinito. Segregamos un falso sentimiento de amor tóxico. Somos los supervivientes del holocausto de la dignidad, la mayoría a falta de una minoría. Olvidamos los sentidos, el lenguaje, el aire y suprimimos el instinto. Somos demasiados para ser pocos. Hemos establecido nuestra propia entelequia innegable. Curvamos las líneas de la vida para convertirla en un círculo vicioso. Nos reproducimos sin establecer contacto con nuestros semejantes, de manera absolutamente asexual, esperando ser asesinados por nuestra prole.


Los individuos nuevos alargarán su ser en el tiempo para estrangular a sus progenitores antes de nacer, acabando con toda relación con la realidad, nutriéndose de ella para concebir nuevos engendros. Incubamos nuestra paradoja hasta hacerla madurar.


EL ciclo se repite. Buscamos acabar con esa protuberancia cerebral, este signo que nos obliga a recordar lo que no hemos sido. Recordando la limitación que nos liberaba. La inquietante palpitación que nos hacía superiores. El órgano que nos obliga a arrojarnos a los precipicios de esta tierra plana de nuevo.


Bajo la superficie, el sol aún brilla, iluminando aquello que no ha cambiado. Abrasando y evaporando los conocimientos.


Ya nadie reconoce este mundo donde negamos nuestro futuro y en el que la muerte carece de significado. Este yermo humano donde esperamos que aquel metálico ser nos arranque hacia el subsuelo.


El único ser que nunca lo fue, aquel que poseyó todos los nombres y ninguno. El jugador de esa ruleta inmóvil. Basando la partida en sus más profundos sueños: aquellos que no son soñados por él. Estremece su férreo brazo y aplasta a los elegidos. Él selecciona a los que liberará del encadenamiento, otorgándoles una existencia en la nada. Aquellos que una vez cristalizados y fosilizados observan; observan las ataduras de la libertad. Observan cómo nos perdemos.


Vaciad la mirada, hurgad el destino, encontrad la mentira, descubrid la falsedad de los colores y veréis lo que no podemos ver, los tonos sepias que auguran lo que todos pensamos. Es la prueba de lo que creemos saber. La certeza de que no tenemos certeza de nada más que de que podemos decidir de qué se tiene certeza y de qué no.


Publicado por Alack el sábado, junio 11, 2011
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Etiquetas: alack, Pensamiento, Visión en sepia 2 comentarios

... Luz verde

Se enciende el semáforo...


Primera luz apagada, mente concentrada, acelerador esperando el empuje de un pie más inquieto que mis propios nervios. Aquí no valen pensamientos pasados, aquí no valen recuerdos, sólo importan las 72 vueltas que esperan frente a mí, 72 vueltas que durarán 3 meses, las más emocionantes de mi vida.


Segunda luz... un cosquilleo recorre mi cuerpo, quizá no he asimilado aún lo que tengo delante, o simplemente no me lo creo. Este año voy sin ningún tipo de hándicap, sin ningún aliciente que me impida disfrutar de lo que será la carrera más emocionante de mi vida, y no estoy sólo, porque en este imponente circuito me acompañarán en parrilla los mejores amigos que uno puede tener, los que harán que este verano sea lo que pretende ser, y lo que siempre soñé que fuera.


Sólo quedan dos luces en el semáforo, ¡esto va a empezar! Un sentimiento de libertad absoluta se apodera de mí, me siento cómodo, tranquilo, pase lo que pase he venido a disfrutar, es imposible no hacerlo con gente como Fabián, Somoza, Alfonso, Paredes, César, Agudo, Alberto, etc. al lado. No, no estoy sólo, esto es lo que viene, el horizonte se nos queda pequeño.


Se encienden todas, décimas de segundo para no pensar, para dejarse llevar por todo lo que podamos encontrar, "legendario" puede ser el adjetivo que todos buscamos para este verano, y estamos convencidos de que será así como lo recordemos... Llegó el momento, respiras hondo, adelante...


... Luz verde.

Publicado por Anónimo el jueves, junio 09, 2011
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Etiquetas: Alex#11, Pensamiento 0 comentarios
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